Descripción: Los cipreses son árboles siempreverdes, de gran porte, tronco recto y columnar. Sus hojas poseen glándulas resinosas. Se reducen a pequeñas escamas imbricadas que forman una red tridimensional muy tupida, que dan un aspecto muy denso y oscuro a la copa.
El ciprés común o ciprés de los cementerios es típicamente mediterráneo, pero difundido por toda España desde antiguo. Puede alcanzar 25 metros de altura. Su silueta es característica, más esbelta que el ciprés de Monterrey.
El ciprés de Monterrey es originario de la costa de California pero se ha difundido como ornamental y para formar barreras cortavientos. Su copa es más ancha y menos densa y está formada por hojas de aspecto similar al ciprés de los cementerios, distinguiéndose porque al ser estrujadas desprenden un aroma a limón y verbena. En Cantabria es bastante común por su capacidad para soportar vientos salinos. Crece rápido y puede alcanzar alturas de 25 metros.
Observaciones:
Del ciprés común es conocida su tradición funeraria, siempre formando parte del paisaje propio de los cementerios. En algunos lugares se tiene la creencia de que su esbelta figura indica el camino que deben seguir las almas de los muertos hacia el cielo.
Su simbolismo ha inspirado a poetas como Gerardo Diego:
Enhiesto surtidor de sombra y sueñoQue acongojas el cielo con tu lanza Chorro que a las estrellas casi alcanza Devanando a sí mismo en loco empeño. |
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